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Mostrando las entradas de abril, 2019

EL PAISITA DE LAS FLORES

EL JARDÍN                                                                                                                 Charlie Tique EL PAISITA DE LAS FLORES                       Tengo el don de fijarme en hombres que me dejan en ascuas Nunca sé si lo son o no, me pego ¡unas encarretadas!, y me tomo las cosas a pecho. Gus me dice, “los millennials son así…” y me conformo con su consejo pero por eso no sé cómo interpretar el whatsapp del paisita de las flores. Lo saludo por un tema equis. Sin trascendencia. Nada sucederá en mi vida ni en el planeta pero es mi excusa para recordarle mi existencia. Cruzamos dos, tres textos, con el último me suplica -.“Tenemos que vernos, porfa”- ¡Por Dios!, es un millennial y no es “ Por favor”,   es “porfa”

HELECHOS ARRINCONADITOS

EL JARDÍN                                                                                                             Charlie Tique HELECHOS ARRINCONADITOS   Queriendo saber el nombre por el que es conocida toda esa pequeña naturaleza que reverdece al cemento encontré una página que me impactó.  Gigantes verdes corneando edificios; ancestrales raíces resguardando edificios completos y otros héroes verdes agitándose sobre terrazas. La página es Pinterest y yo llegué a ella siguiendo temas de moda pero cientos de materas suspendidas en kilométricos edificios japoneses y helechos arrinconaditos en escaleras de lugares de ensueño me hicieron desear irme allí; mas,   lo que más me estremeció fue la imagen de un edificio. Había sido invadido por un sarcoma de antenas receptoras de cable y, el mal, extendía hacia su base. Cuando quise contar hacia arriba tuve que suponer que, debajo del hongo, habían muerto el día y la noche, por lo menos, para diez pisos más. Regres

MUSGOS

EL JARDÍN                                                                                                               Charlie Tique MUSGOS Espero sentado a que pase el tiempo El sol de las siete de la mañana está espectacular, me abraza. Lo único que me preocupa es que acabo de retirarme una mascarilla de sábila y miel pero “ el sol de la mañana aún es saludable, déjate abrazar” me digo. Nostalgia por recordar la decisión de renunciar a la meta de cantar. La última clase fue patética, definitivamente tengo un oído sísmico y no sé quién sea capaz de arreglar esto. No sé cómo se hace. Me sentí frustrado aunque me despedí asegurando una segunda y urgentísima sesión. Pequeños pasticos, verdes pequeñines brotan de entre los adoquines del andén. Lo que otros llaman maleza o, con cierto aire de suciedad “ hongos ” yo los llamo Musgos; aunque seguramente muchos no lo sean pero para mí lo son y ahí están ellos, los hongos, los musgos y para mí tienen vida. Nunca me han si

MILLONES DE DIMINUTAS FLORES

EL JARDÍN                                                                                                                 Charlie Tique MILLONES DE DIMINUTAS FLORES Mi amigo Alexender, así, tal cual, Alexender, quedó de pasar a las doce así que la obligación de ir hasta la revista para radicar mis cuentas de cobro me generó mucho estrés porque debía liberarme de tan fastidioso procedimiento para tomar un café con Jimmy quien trabaja allí. Pero como resulta que una diligencia mía requiere de idas y venidas tuve que regresar varias veces por equis o ye motivo. De esta manera, cancelé a Jimmy para no perder el estilo. Jamás corro de un lado para otro a no ser que esté de tenis y sudadera. No sé lo que es ir de afán por ahí.  Ok, lo conozco  pero sé que no vale la pena.  Esa cualidad respaldada por mis Rayban azules me permitió percatarme del mosaico que millones de diminutas flores de todos los colores y tonalidades habían hecho sobre la acera. En lo alto de un tejad