MILLONES DE DIMINUTAS FLORES

EL JARDÍN                                                                                                                 Charlie Tique


MILLONES DE DIMINUTAS FLORES

Mi amigo Alexender, así, tal cual, Alexender, quedó de pasar a las doce así que la obligación de ir hasta la revista para radicar mis cuentas de cobro me generó mucho estrés porque debía liberarme de tan fastidioso procedimiento para tomar un café con Jimmy quien trabaja allí. Pero como resulta que una diligencia mía requiere de idas y venidas tuve que regresar varias veces por equis o ye motivo. De esta manera, cancelé a Jimmy para no perder el estilo.

Jamás corro de un lado para otro a no ser que esté de tenis y sudadera.

No sé lo que es ir de afán por ahí. 
Ok, lo conozco pero sé que no vale la pena. 

Esa cualidad respaldada por mis Rayban azules me permitió percatarme del mosaico que millones de diminutas flores de todos los colores y tonalidades habían hecho sobre la acera. En lo alto de un tejado dos palomas erguidas parecen sostener un duelo.

La menuda parece más inflexible incluso hasta cuando decide acurrucarse. La otra le reprocha con un ademán de inofensivo picotazo. Se detiene a pensar y se retira caminando. Pocos pasos más adelante también se acurruca pero yo tengo clase de canto a las tres. Eso me oprime el corazón porque los almuerzos con mis amigos suelen convertirse en tardes de vinos, algo que sucede no  pocas veces a la semana. Así, Jimmy tendrá que esperar. 
Es raro. Me habla cuando quiere y cuando quiere no sé lo que quiere. En más de una ocasión, en mi casa, me dijo que necesitaba ducharse y siempre lo hizo con la puerta sin asegurar. Entreabierta.

 Incontables minutos intentando descifrar el significado de la puerta así, entreabierta, pero para no incomodar a mi chico, que no estaba, tuve que pedirle que no lo hiciera más. Sin embargo, continúo atento a cualquier lucecita verde.

En una chaza de dulces y cigarrillos un chico bello paga algunas minucias y devuelve una barra de mentas. El conteo de sus monedas me hace suponer que no le alcanza. Pago la diferencia. 
Nuestras miradas sostienen dos sonrisas que duran más de lo socialmente correcto.

Comentarios

  1. Me encanta cada imagen, logras transmitir un montón de sensaciones.

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    1. Muchas gracias por tu apreciación. Puedes compartir con tus mejores amigos y amigas

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