VIOLETAS


EL JARDÍN                                              Charlie Tique



VIOLETAS

Nada como llegar totalmente emparamado a casa para darse una ducha caliente y vestir ropa limpia

Solo llegué a quedarme en camiseta y pantaloncillo tipo boxer. Había dejado las ventanas abiertas así que el tremendo aguacero, que aún no cesaba,  había filtrado agua y formado charcos dentro. Mientras tanto,  cientos de tiernas huellas de Paris tapizaron el laminado. 
Estábamos solos como siempre, ella y yo. Fumé un cigarrillo y después de ambientar me senté frente al ordenador en la silla del titular.

Reconozco que dudé si sentarme allí o si ubicarme en mi lugar acostumbrado que, de hecho, es mi preferido pero me atraparon las tonalidades de blancos que escapaban de mi sala impactando al horizonte con las hermosas violetas que agradecían la ligera llovizna en la que se había debilitado la tempestad.

Sé que tenía un tema pendiente pero no lo puedo recordar y aún no le he dicho a mi chico que estoy decidido a irme, no a dejarlo, sí a irme pero ya estoy practicando la canción de Barbra Streissand para que sepa lo que él es para mí y voy a hacer énfasis en aquello donde dice  “we may be oceans away you feel my love and i hear what you say”

-“¿Y todas esas matas?”
-“Las traje”-. Y se acabó el tema

Me van a hacer falta cuando esté lejos. Aún no sé lo que aceptar. En Tenerife, por las Islas Canarias, me espera Alicia mas aún no estoy dispuesto para que mi vida se convierta en playa y palmeras aunque estaría subestimando a mi amiga si lo pienso así. Otras ofertas que han llegado a mi correo electrónico vienen de Berlín e incluso de Bratislava, en Eslovaquia. No lo sé. Creí que lo tenía definido pero no sé si sea capaz de hacerlo, no sé si sea capaz de dejarlo solo.

Estudio ofertas


Comentarios

Entradas más populares de este blog

COLIBRÍ

MILLONES DE DIMINUTAS FLORES

MATITAS CON NOMBRE DE DIOS