LA RAÍZ DEL MELANOMA
EL JARDÍN Charlie Tique
LA
RAÍZ DEL MELANOMA
De espaldas al calentador de gas.
Tommy H.F abrazando mi trasero. De lo demás me liberé
Tan pronto como solucioné aquello
que me estresaba descubrí que podía hacer lo que quería y, aún, lo que debía.
Así fue como cancelé la firma del contrato y el ajetreo de los papeles para
encarretarme en la misión para mi chico. Él me necesita, ahí debo estar yo.
Al
comienzo me negué porque tenía pendiente el tema de la firma y, luego, un
almuerzo con mi amiga Yanine. Soy un hombre de palabra. Finalmente, la
solicitud de Frankie se había atravesado en mi agenda, pero como uno es
brillante, ¡chaz! Que se me iluminó y me dije:
-Hm,
hm, no señor, ¿Cómo así?, por encima de la palabra está la razón y Frankie te
necesita.
Terminé cancelando el
tema del contrato, cumpliendo con Yanine y, por ahí de camino, hice la vuelta
de mi diligencia. Firmé.
La conciencia de mi desnudez me
hizo feliz. Ahí estaba París y estaban mis plantas. Soy feliz y me di cuenta, una vez más, de que lo soy absolutamente. La manchita
en la pierna izquierda y el terror a la raíz de un melanoma intentaron
arrebatarme pero me decidí por aceptar que algo estaba pasando. Ahora tengo dos opciones
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