MANZANILLA
EL JARDÍN Charlie Tique
MANZANILLA
Me apliqué la Bulgari y salí a
conquistar el mundo
Antes de eso, después de mi sesión
de Functional, pasé por el
supermercado, recorrí entusiasmado los pasillos llevando las pocas cosas que
Frankie me había pedido, recogí la sábila y pensé por qué no una manzanilla en
mi jardín.
Aproveché y compré un paquetico
Leí, en internet, que la semilla
debe sembrarse a una profundidad tres veces su tamaño. Es lo que entendí. No te
fíes. Así que como no sé si la flor es semilla sembré dos flores de manzanilla;
una que a pesar de haber estado en el mercado aún era bella y otra que empezaba
a vivir. Voy a esperar.
De todas maneras si no nacen no se
pudren y no serán un problema bajo la tierra de mi jardín. Ellas no son como
nosotros.
De una planta solo puede salir otra. Nosotros nos convertimos en lo que odiamos, en aquello que
aborrecemos y que tratamos de eliminar de tajo.
Quería hablar de gusanos
horrorosos, ciegos, gordos y miedosos que solo los humanos podemos producir,
indefensos ya, pero no lo haré porque ya casi es hora.
Saldré a mi jardín, extenderé mis
pies descalzos y tomaré un delicioso café.
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